El Oficial

David Sheen

Me desperte desorientado. Habia demasido ruido en la casa.
Me descobije y me dirigi al cuarto de mi hermana; No estaba, su cama estaba tendida y el reloj marcaba que eran las 12:00 de la tarde.
Me encogi de hombros. Talvez habia ido a alguna practica de baile o deportes, a mi y a ella nos encantaba hacer eso los sabados, pero yo sabia que mi equipo todavia estaria en la "fase", o como comunmente la llamamos: "La cruda".
Baje las escaleras de dos en dos hasta llegar al pasillo que daba a la cocina y la sala.
Habia demasiado ruido para ser sabado por la mañana. Lo que era para mi normal en un sabado en la mañana era escuchar solo el ruido de las olas, la tele que habian dejado mis papas prendida antes de marcharse a sus respectivos trabajos, etc...
Pero hoy estaban varios de mis compañeros, algunos con cara de preocupacion, otros de enojo (esos estaban todavia en "la fase) y los ultimos con cara de no saber realmente por que estaban aqui.
Le sonrei a Jimmie, el se acerco a mi y me dio la mano en saludo.
-David cuanto lo lamento, debes de estar muy preocupado.
-¿Que?- le pregunte consternado.
-No te preocupes, puedo ayudarte a dirigir el equipo hasta que regrese.
-Jimmie ¿De que estas hablando?-le pregunte enojado.
-De Kathy, no te lo han dicho... no regreso a su casa ayer.
Me le quede viendo idiotizado. Kathy no podia perderse, ella jamas pasaba de los 50 Km/H cuando estaba borracha. Escuche a mi mamá sollozar a mi lado, mientras me abrazaba. Mi papá se me quedo viendo triste y me dio unas palmaditas en la espalda (que era lo unico que pudo hacer, ya que mi mamá no me soltaba). Pero no podia sentir nada, solo terror.
Pues eso es lo que hacemos los humanos cuando se nos presenta algo a lo que no estamos acostumbrados.
Despues de que lograron quitarme a mi mamá de los brazos, se me acerco un oficial.
-¿Eres tu David Sheen?- me pregunto y yo senti que era el culpable por la forma en que me hablaba. Y talvez podia serlo, yo la habia dejado ir sin mas. Asi que respondi cansinamente:
-Si señor, soy yo.- y le mire a los ojos con dolor. Su rostro se suavizo y me tomo del brazo debilmente.
-Tengo entendido que usted es el novio de la desaparecida ¿Estoy en lo cierto?- me dijo son una voz menos severa.
-Si lo esta ,señor-le respondi en el mismo tono. El dolor me estaba devorando.
-Muy bien... ¿Le importa si me llevo a su hijo a un lugar mas privado...?- le pregunto a mi papá.
-Claro que no... la sala estaria muy bien.
Me dirigi a la sala sin esperar al oficial. Este era mi lugar preferido de la casa, habia una sala de piel beige, varias lamparas de marmol y la ventana tenia la mejor vista al mar de toda la casa. Me sentaba aqui cuando tenia ratos libres y me ponia a leer algo o a ver una pelicula. Mi papá que le gustaba que hiciera esto (leer sobretodo), me habia construido una pequeña libreria, que abarcaba casi toda la pared de su despacho, que era mi segundo lugar preferido en la casa.
En el habia un escritorio que daba a la ventana, una silla con ruedas de piel color negra. Ahi me gustaba sentarme con mi papá a hablarle de los partidos y todas las cosas que quisiera. Alli le habia confesado hacia un año, que era novio de Katherine.
El, que sabe escuchar muy bien, me habia dicho:
-Me lo dices como papá o como amigo.- Yo le habia respondido que era lo mismo. El me habia sonreido y habia sacado un billete de 50 dlls. Y me habia dicho mientras reia:
-Ve y comprale algo a tu novia.
Me encantaba mi papá. Casi no me regañaba, solo cuando no era un caballero y esas cosas.
En mi primer 5 me habia dicho que de mi dependia mi futuro y que si queria ser fontanero iba muy bien.
Desde entonces sacaba nueves y dieces, no queria ser fontanero.

El policia entro detras de mi y deslizo la puerta para que no nos vieran desde la otra sala.
-David, sabes el paradero de Kathy O´toole?
-No señor. La ultima vez que la vi fue cuando casi me atropella- recalque la palabra casi.
-Asi que estaba subida de copas.- me pregunto cortesmente.
-Ha! Subida de copas... estaba hecha una cuba!- le dije casi gritandole, estaba muy nervioso y enojado.
-Lo siento- me dijo- pero tengo que saberlo todo.
-Fue mi culpa, estoy muy enojado con ella, señor.- le respondi mas calmado.
-Asi que estaban peleados?-me pregunto suspicazmente.
-No, nunca me peleo por esas tonterias. Cada fin de semana lo hace, no habriamos durado mucho.- le dije triste al final.
El tomó unas notas en un cuaderno que traía, me sonrio y se dirigio a la puerta mientras me decia amenazadoramente.
-Le hablare cuando la encontremos y mas le vale que la encontremos viva- oí la ultima palabra y senti un temblor recorrer mi espina dorsal.