sábado, 12 de febrero de 2011

La casa de David Sheen

JANE MARSHALL

La casa de David Sheen no se parecia a ninguna que hubiera visto antes. Es decir, todas las casas del resto de las personas que habia conocido aqui eran mas pequeñas, menos presuntuosas- aclaro que no por esto dejaban de ser magnificas- pero la casa de David Sheen, era, increible.

Cuando la veia, imaginaba una pequeña aldea griega, con puentes de madera entre algunos cuartos del segundo y tercer piso. Tenia grandes ventanales, grandes puertas de madera, el jardin estaba en prefectas condiciones y ademas tenia una gran glorieta con fuente afuera de la puerta principal para estacionarse. Habia detalles en ladrillos, vidrio, marmol,madera y el resto era de un color anaranjado oscuro que seguro se veia precioso en medio del atardecer. Afuera un auto estaba estacionado, de color azul plateado, convertible.

Dean se estaciono enfrente de la puerta.

-Bueno ya llegamos a mi casa.- me dijo mientras apagaba la camioneta.


-¿Esta es tu casa?- le pregunte asombrada.

-No puedo creer que cayeras por esa.- me dijo mientras se reia a carcajadas. Y como era la primera risa sincera que le oia desde que le habia pedido que me trajera a la casa de David, no me enoje y solo rei con el. Olvidando por unos minutos que estaba a punto de decirle todo a David.

-Bueno cariño es hora de que bajes.- me dijo Dean suspirando.- Sino Charlotte va a lavar los platos ella sola.

De pronto estaba nerviosa de nueva, la verdad iba a salir a la luz por primera vez y no sabia como hacerlo. Para disculparme de mi silencio abrupto invente una excusa:

-¿Dean me ayudas a bajar?-le dije mientras abria mi puerta con las dos manos pues me temblaban.

-Claro- me dijo mientras salia de la camioneta. Me ayudo a bajar y me llevo a la puerta principal, mientras tocaba el timbre.

-Nos vemos, Dean- le dije mientras el me daba un abrazo y se subia a su camioneta. La puerta se abrio lentamente mientras una mujer con manchas de masa en la mano se arreglaba un poco.

-Hola, ¿Eres amiga de Alex?- me pregunto mientras se despedia de Dean que la saludaba como si ya se conocieran mientras se iba.

-Ahorita le hablo a Alexandra.- me dijo mientras daba media vuelta.


-De hecho estoy buscando a David- le dije un poco incomoda.

-Ah, ya veo, ya. Ahorita le hablo.- me dijo mientras sonreía de una manera misteriosa.

-¡David! Tienes visita. ¡Baja ya!- la oi gritar por el rellano de las escaleras.

-Ya voy- le oi gritar desde el piso de arriba. La casa desde adentro era incluso mas grande. Los techos eran altos con detalles en mármol, piedra blanca, cristales, pinturas hechas a mano. Habia grandes ventanales y detalles en madera por toda la casa. Te daba la sensación de estar en medio de una cabaña de mar y una gran mansión griega-italiana.

Lo escuche bajar corriendo las escaleras, y luego me vio y me sonrio.


-Hey Jane, ¿Que tal?- me dijo mientras se acercaba a mi y me daba un abrazo.

-Hola David, ¿Crees que podriamos salir a hablar o algo? Tengo que decirte algo muy importante.- le dije incomoda y nerviosa de nuevo.

-Claro, vamos a la biblioteca.- me dijo mientras me mostraba por donde estaba.

La biblioteca estaba muy hermosa. Era grande, olia a libros viejos y nuevos, tenia un escritorio muy bien pulido y por todas partes podia ver fotos de la familia. Habia una en particular que me llamo la atencion.


Era la unica que no estaba en el escritorio era una foto de Alex, David y un muchacho de unos 15 años de cabello rubio tostado, sonriendo a la camera mientras abrazaba a sus hermanos. Ese debia ser Jason Sheen

-¿Que tienes Jane?- me preguno mientras se sentaba en el escritorio y me ofrecia la silla.

Me quede callada por unos minutos; pensando en como comenzar un relato asi. Porque ahora que lo pesaba bien, el sabia demasiado de mi pero yo no sabia nada de el.

-Ha pasado algo, he encontrado la manera de... recordar.- le dije nerviosa.

-Como que... como... ¿La manera de recordar? ¿Que has recordado hasta ahora Jane?- me pregunto aun mas nervioso que yo, pero era mas que eso. Yo sabia que el tenia miedo de mis recuerdos.

-Le tienes miedos a mis recuerdos... David, ¿Que es lo que sabes?- le pregunte atemorizada. El sabia algo que yo no sabia, algo que estaba mal...

-Nada Jane, no se nada.- me dijo despues de unos minutos. Mientras me miraba gravemente.